Se juega mediante una pelota que se debe desplazar a través del campo con cualquier parte del cuerpo que no sean los brazos o las manos, y mayoritariamente con los pies (de ahí su nombre). El terreno de juego es rectangular de césped natural o artificial, con una portería o arco a cada lado del campo. En la fase final del Mundial, disputada en Brasil, Argentina quedó encuadrada como cabeza de serie en el Grupo F, con Bosnia-Herzegovina (2-1), Irán (1-0) y Nigeria (3-2). Se clasificó a la siguiente ronda como líder ganando sus tres partidos; sin embargo, su desempeño general generó algunas dudas.