El 18 de agosto, anunció que también se perdería el último Grand Slam de la temporada, el Abierto de Estados Unidos, en el que también defendía título. Después del mazazo que le supuso perderse tres torneos por lesión, Nadal anunció que volvería a la competición oficialmente en el Torneo de Pekín a finales de septiembre. Sin embargo, desde 2019 en adelante, varios analistas elogiaron la mejora de Nadal en el servicio y observaron que la potencia de su saque había aumentado.