El terreno de juego es rectangular de césped natural o artificial, con una portería o arco a cada lado del campo. Se juega mediante una pelota que se debe desplazar a través del campo con cualquier parte del cuerpo que no sean los brazos o las manos, y mayoritariamente con los pies (de ahí su nombre). Su mandato comenzó en la Copa Confederaciones 2005, donde Argentina clasificó como subcampeón de la Copa América 2004, ya que Brasil había clasificado como campeón del mundo.