En gran parte de América del Sur los mayores ingresos se deben a la transferencia de jugadores a las ligas europeas, los fondos aportados por las transmisiones de la televisión y la publicidad en las camisetas. La Copa Confederaciones 2005 fue de Telefe, al igual que la Copa del mundo del 2010 y la Copa América 2011. En la copa del mundo del 2006 los derechos fueron nuevamente para la Televisión Pública.